miércoles, 1 de abril de 2009

MI COLUMNA VERTEBRAL # 456

Economistas & Recesión
Por: © 2009 Armando Caicedo

Qué escándalo se armó en la familia cuando Hércules Pérez -mi primo segundo- terminó la prepa, y anunció:

- Voy a estudiar Economía.

Ni que el joven hubiese anunciado que iba a salir del closet para trabajar de "striptisera".

- Desde que este zoquete nació -chilló la tía Filomena- yo sí noté que era medio raro.

Todos mis parientes -incluidos los políticos- opinaron con rabia:

- Mijo, ser economista en esta época es una vergüenza para la familia.

- Por culpa de la recesión, algunos juran que un economista es el animal más parecido al hombre.
Durante años, estos despistados sintieron que la recesión nos respiraba a todos en la nuca, pero no se dieron por notificados. Cuando la economía se colapsó, confesaron, los muy frescos, que desde hacía un año estábamos consumidos hasta la ingle, en esa misma recesión que por cuatro años negaron.

- Mijo -habló la prima Engracia- no hay una ciencia más inexacta que la Economía. Ni unos profesionales más miopes que los economistas. Son unos adivinos sin bolas ("bolas de cristal donde se puede ver el futuro", le tocó aclarar).

- ¿No has visto que nadie los quiere emplear? En los periódicos abundan los avisos de: "Economista con bicicleta busca chamba para llevar pizzas a domicilio".

- Yo nunca creí en los tipos del pronóstico del tiempo. Pero si los comparamos con los economistas, me temo que los primeros son más acertados.

- El Premio Nóbel de Economía 2009 se lo deben otorgar a la tía Filomena. Si ella fue la que nos alertó, con cuatro años de anticipación, que la economía estaba oliendo a…

(Me resisto a escribir la expresión usada por la vieja, para no ofender a una encantadora lectora, que cada vez que se me cuela una palabra de dudosa ortografía, le pide a mi editor que me decapite)

- El pésimo estado de la economía -sentenció el tío Epaminondas- nos mantiene divididos. Por este lado, los consumidores... consumidos hasta las anginas en la recesión. Y, por el otro, los 400 abusivos de la quebrada aseguradora AIG, que se embolsillaron 450 millones de dólares de los contribuyentes, en bonificaciones sospechosas. (73 de ellos se premiaron con más de un millón y, otros cuatro, con más de $4 millones).

Yo me huelo que el primo Hércules sí tiene madera para economista, porque después de dos horas de recibir insultos, el güey no dijo nada.

Entonces mis parientes me pidieron que les regalara algunas sugerencias sobre cómo salir vivos de esta recesión. Así que, aquí van mis diez mejores consejos:

1- Si perdiste el trabajo, ordena imprimir tus nuevas tarjetas de negocio. Señala que eres "desempleado". Debajo de tu nombre, escribe: Presidente Ejecutivo.

2- Si ahora que vives desempleado nadie te llama, y te sientes muy solo, deja de pagar tus cuentas. Ya verás cómo todos se volverán a acordar de ti.

3- Cómprate un gato bilingüe, enséñale a ladrar y ahórrate el perro.

4- Aunque este es el país de la libre competencia, no te atrevas a competir con el gobierno federal. Ellos pueden imprimir dinero a discreción Tú, ni lo intentes.

5- No desperdicies agua. Recicla todo. Unos calzoncillos resisten más de dos usadas.

6- Desconfía de la oferta de computador "cero intereses" hasta el 2040. (Con toda seguridad resultarás clavado y sin computador veinte años antes)

7- Aprende a silbar. Recuerda que ese era el i-pod de tu bisabuelo.

8- No te divorcies. Gastarás el doble y te divertirás la mitad.

9- Si te divorcias, no vendas la casa, (hoy te dan menos por una casa usada que por una señora usada)

10- Si eres economista, arrepiéntete. Dios es muy misericordioso y quizás te perdone.

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