martes, 24 de marzo de 2009

Columna No.455

La Letra Diminuta
Por: © 2009 Armando Caicedo

La letra chirriquitica dejó de ser característica de los contratos que firmamos con las tarjetas de crédito, las hipotecas y los seguros de salud.
Ahora las aerolíneas -los muy copietas- usan la misma letra diminuta con un propósito similar: clavar a los ingenuos.
Todo empieza con una enorme valla publicitaria colocada en la carretera, tan atractiva, que ningún idiota puede ser tan insensible como para no reaccionar ante la oferta:
Las Vegas-París (ida y vuelta) $75
- ¡Guau! (escuché ladrar a mi perro pastor chihuahuense)
La foto muestra la Torre Eiffel y, a su lado, una fabulosa bailarina rubia oxigenada, exhibiendo sus generosos turupes de silicona, más unas breves plumas de avestruz que ocultan el texto: "algunas restricciones aplican".
(El aviso resultó tan efectivo, que logró reducir la velocidad en la autopista, de las 90 millas por hora habituales, a las 55 reglamentarias)
Tan pronto llegué al periódico, abrí la página web de la aerolínea, ubiqué la promoción, me registré, y… ¡error! (como sentí que los ojos del editor estaban clavados sobre mi nuca, no tuve tiempo para leer las tales "restricciones que aplican", ni el "contrato", que es tan largo, como los editoriales de mi jefe)
Al presionar la tecla "enter", escuché el martillazo virtual que rompió el chancho donde escondía mis últimos ahorros, y apareció -parpadeando sobre la pantalla- el texto:

"Diez restricciones que se aplican".
1- El valor de $79 no es en Dólares, sino en Euros.
2- No hay reembolso, ni las condiciones de este pasaje pueden ser cambiadas. Única excepción: si usted fallece durante el viaje, acepta que lo embarquemos como equipaje.
3- La silla que se ofrece por esta tarifa no es reclinable y corresponde sólo a la del centro, en cualquier fila de diez asientos. (A la ida usted disfrutará de la inolvidable experiencia de viajar atorado, durante 20 horas, con cinco pasajeros, a lado y lado. En cambio, al retorno, la sensación será igual, pero en sentido contrario)
4- Para que conserves un recuerdo inolvidable de este viaje, recibirás la imagen de rayos X, donde se registra el paso de tu maleta por el equipo de inspección. El cargo por cada placa es de $20, por trayecto.
5- "Ici on parle uniquement français". Esta tarifa es sólo para pasajeros que hablen francés. Si hablas inglés, español, o spanglish, se aplica la tarifa regular, a no ser que durante el viaje te hagas el sordomudo.
6- Se aplicará a su tarjeta un cargo adicional de 25 centavos por milla, como reserva, por si el día del viaje, el barril de petróleo se cotiza en el Golfo Pérsico por encima de $40 el barril.
7- La primera maleta tiene un recargo de $25. La segunda maleta no tiene recargo, porque está prohibido llevar más de una maleta.
8- Los bebés tendrán un recargo de $25, por cada uno de los dos containers lácteos que todas las madres acomodan dentro de sus portasenos.
9- Se sugiere que los pasajeros aborden el avión debidamente evacuados. Con esta tarifa, el pasajero sólo tiene derecho a dos visitas al baño. (Una, en cada trayecto)
10- En caso de emergencia, se alquilarán chalecos salvavidas, a $75 dólares los primeros 20 minutos. Otros cargos derivados de las operaciones de rescate se aplican.

Nota Legal:
Para evitar cualquier demanda por publicidad engañosa, se aclara: La foto de la Torre Eiffel no fue tomada en París, sino a la torre falsificada que está en Las Vegas. La foto de la “vedette”, no corresponde a ninguna bailarina de verdad, sino a una muñeca inflable.






viernes, 13 de marzo de 2009

Columna No.454

Los 17 Pecados Mortales
© 2009 Armando Caicedo

Me confieso un pecador amateur. Como quien dice un pecador de ligas menores.
Todas las semanas me arrodillo frente a mi confesor para arrepentirme de lo mismo:
-que digo malas palabras;
- que sueño con la Paris Hilton y la Sofía Vergara;
- que cuando no hay un policía a la vista, hundo el acelerador cinco millas por encima del límite;
- que cuando me preguntan mi edad, me quito dos años de encima;
- y, el pecado más grave -según el juicio sumario, que a ojo desnudo me practicó la tía Filomena- que soy demócrata.
Así, en mi calidad de pecador aficionado, me quito el sombrero ante un experto en pecados.
(No me refiero a un terrorista, ni a los mercaderes de armas que promueven las guerras, ni a los banqueros ambiciosos, ni a los criminales)
Me refiero al padre Roberto Busa, un santo varón, con 95 primaveras bien cumplidas, cura jesuita para más señas, a quien el Vaticano reconoce como uno de los más grandes expertos en pecados capitales, mortales y otros de menor cuantía.
Gracias a su testimonio, publicado por el diario L'Obsservatore Romano, los hombres se distinguen de las mujeres no sólo por un puñado de hormonas y un par de órganos de la reproducción (que aunque divertidos, poseen frondia imagen), sino también por el orden en que cometen sus pecados.
Según la experiencia del padrecito, los hombres pecan en el siguiente orden: Primero, los pecados relacionados con la lujuria, luego los de la gula, seguidos por la pereza y la ira.
Atrás, en la cola, (no en la cola de ellos, sino en el ranking de sus pecados) aparecen la soberbia, la envidia y la avaricia.
Ellas, para contradecirlos, hacen gala, primero de su soberbia y en seguida de su envidia.
Los pecados femeninos que les siguen -en riguroso orden- están relacionados con la ira, la lujuria y la pereza.
Como quien dice, si un varón de voz gruesa, propietario de un cultivo organizado de pelos en el pecho, confiesa que sufre de arrebatos de soberbia ¡Ay mi madre! uno ya deduce que se trata de un despistado, que intenta salir del closet.
Para enredar aún más este tema de las confesiones, el Vaticano publicó una lista de siete pecados nuevos.
Yo sí sospeché que el Moisés no bajó del Monte Sinaí cargando con todas las Tablas de la Ley. El tipo se limitó a mostrar diez mandamientos, esculpidos sobre dos pesadas piedras.
Al Moisés se le debió caer una tercera tabla donde se registraban otros siete pecados, los mismos que el arzobispo Gianfranco Girotti, (el influyente monseñor que tiene a su cargo el departamento de pecados y penitencias del Vaticano) acaba de lanzar como pecados "nuevos":
1. No realizarás manipulaciones genéticas.
2. No llevarás a cabo experimentos sobre seres humanos, incluidos embriones.
3. No contaminarás el medio ambiente.
4. No provocarás injusticia social.
5. No causarás pobreza.
6. No te enriquecerás hasta límites obscenos a expensas del bien común.
Y 7. No consumirás drogas.
¡Qué aburrido debió quedar el padre Busa! Tan pronto el viejo se ganó la reputación como el cura que más sabe de pecados en el mundo… ¡purrundum! le inventaron siete pecados nuevos.
- Padre Busa , a sus 95 años ¿cuál de las 17 tentaciones lo desvela más? -le preguntaron.
- A esta edad, ninguna. Es que después de los setenta, si uno se levanta y no siente dolor agudo en todas las coyunturas, lo más probable es que esté muerto.

miércoles, 4 de marzo de 2009

Columna No. 453

Honores al Perro Presidencial
Por: © 2009 Armando Caicedo
La responsabilidad de escoger al Primer Perro de la Nación tiene a las autoridades con los pelos de punta.
Porque en apariencia los requisitos suenan elementales:
- que el perro no le provoque alergias a las hijas del Pre,
- que sea rescatado de una perrera pública y
- que se comporte como un perro educado en Harvard.
Pero los organismos de inteligencia, que para estas misiones secretas se ponen muy exigentes, han puesto más condiciones que para un tratado de paz con los indios.
Primero, se están asegurando que el perro haya pagado sus impuestos.
Que no haya tenido relación sentimental con ninguna perra indocumentada.
Que su número de seguro social no sea del tipo "mickey mouse".
Y que obedezca las órdenes en "english only".
Desconozco cómo se las ingenian para interrogar a los perros, sin utilizar las técnicas de tortura autorizadas por la Administración anterior. Lo cierto es que han logrado que los perros candidatos confiesen si son demócratas o republicanos.
En los siguientes cinco ejemplos, demostraré que los problemas políticos que se desprenden de la decisión del perro, son de gran envergadura.
1. Como Obama les prometió a sus hijas que si ganaba las elecciones les compraría su primer perro, grupos conservadores alegan que allí se configura fraude electoral, pues es claro que la victoria demócrata estuvo influenciada por los perros.
2. Se sabe que la familia Obama descartó cualquier perro de la raza Fox Terrier, para evitar la filtración de chismes de la Casa Blanca, hacia la Cadena Fox.
3. A los Chihuahuas no se les permitió participar, para evitar un potencial escándalo por presunta violación a las leyes de inmigración.
4. Los propietarios de gatos anunciaron que demandarán ante la Corte Suprema de Justicia la decisión del perro, porque atenta contra la Constitución. Si esta Nación reclama ser paladín de la democracia, por qué -se preguntan ellos- ¿si hay 89 millones de gatos en Estados Unidos, y apenas 75 millones de perros, no seleccionan a un micifuz como Primera Mascota de la Nación?
5. Los republicanos están que ladran de la ira. Alegan que después de los 700 mil millones de dólares que Bush logró aprobar para rescatar a los pobres banqueros y a los 350 mil millones adicionales que Obama consiguió para volver a rescatar a los mismos banqueros ¿de dónde vamos a sacar más dinero para rescatar, de una perrera pública, al perro presidencial?
Ahí no termina todo. Una vez se escoja al can, el privilegiado chucho deberá pasar por un exigente curso de entrenamiento, previo a su juramento como Primer Perro de la Nación.
1. Le enseñarán a no rascarse en público, o, por lo menos, a dejar de hacerlo, tan pronto las cámaras de la TV enciendan la lucecita roja.
2. Aprenderá a no olisquearse sus partes nobles cuando esté echado en la Sala Oval.
3. Le quitarán la costumbre de colocar su nariz húmeda y helada sobre los muslos de las damas que visiten la Casa Blanca.
4. El perro deberá entender que resulta gacho enterrar las pantuflas del Presidente en el Jardín Rosa de la Casa Blanca.
5. El can aceptará que cada vez que salga a hacer pipí al jardín y pretenda reingresar a la Casa Blanca, deberá dejarse esculcar -desde las orejas hasta la entrepierna- en aras de la Seguridad Nacional.
6. Y, por último, aprenderá a mover el rabo, al ritmo de una marcha militar, cada vez que Obama arribe a casa, en el helicóptero presidencial.
Ultima Noticia:
Por la grave crisis económica (la peor desde los tiempos de la Gran Depresión) la Casa Blanca anuncia, que mientras se consigue el presupuesto federal para alimentar al can, buscan a un indocumentado que ladre de noche para ahorrar perro.